Alimentos que dañan nuestros dientes

«No todos los alimentos o bebidas son igual de beneficiosos para la salud bucodental. Mientras algunos son esenciales y nos aportan los nutrientes necesarios, además de aportar protección; otros hacen todo lo contrario: erosionan el esmalte, dejan más vulnerables los dientes al ataque de las bacterias, hacen que se nos seque más la boca… y un amplio etcétera de efectos nada saludables», aclara el experto.

– Exceso de alcohol: El alcohol provoca que la boca se seque y que segregue menos saliva, lo cual deja a los dientes y encías más vulnerables al ataque de las bacterias. Además, también es un factor de riesgo que aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer bucal.

– Masticar hielo: aunque el hielo esté formado por agua y no tenga aditivos, no hay que masticarlo. Al hacerlo, se cambia bruscamente la temperatura ocasionando que se dilaten los vasos sanguíneos y nervios que conforman la pulpa dental y esto genera mucho dolor. Además, con el paso del tiempo la pulpa se retrae, se calcifica la zona y se puede perder la sensibilidad de la pieza. En los casos más extremos puede producirse la pérdida del diente.

– Cítricos en exceso: Como toda fruta, es esencial para la dieta y muy beneficiosa, pero en lo que se refiere a la salud oral se aconseja evitar el exceso pues si se abusa de frutas que contienen una gran cantidad de ácidos se puede perjudicar el esmalte dental.

– Bebidas isotónicas: Están pensadas para deportistas, que han realizado un ejercicio extremo y deben reponer inmediatamente azúcares y electrolitos, pero su globalización ha hecho que el gran público, incluidos los niños, las consuman. Son perjudiciales si no eres deportista porque llevan una alta cantidad de azúcar y ácidos, que provocan daños al esmalte dental.

– Caramelos duros: el azúcar es el principal enemigo de la salud oral, y por ello los caramelos están en la lista negra. Si además son duros se corre el riesgo que de astillen o rompen alguna pieza dental.

– Alimentos pegajosos: Algunos aperitivos como los frutos secos o la fruta deshidratada pueden no ser saludables en relación con la salud oral, pues el hecho de que sean pegajosos implica que permanezcan en los dientes más tiempo que el resto y cueste más eliminar los restos.

– Snacks crujientes, como las patatas fritas: Su problema radica en que contienen mucho almidón y se queda entre los dientes facilitando el ataque de las bacterias.

– Café y té… con aditivos: En su forma neutra, son dos bebidas saludables y que benefician la salud oral, pero, al añadirle azúcar u otros aditivos, pueden perder esas cualidades y perjudicar la salud de los dientes.