El flúor y los dientes de los niños

El flúor es una de las mejores maneras para ayudar a prevenir el deterioro y el desgaste de los dientes, por tener agentes antibacterianos. El flúor es un mineral nutritivo, que sirve para mejorar la calidad del esmalte dental, consiguiendo que los dientes de los pequeños sean más resistentes a las caries.
El efecto protector del flúor en los dientes de los niños

El flúor está presente, en muy pequeñas cantidades, en alimentos como el pescado azul, en algunas verduras como la col y las espinacas; en cereales como el trigo y el arroz; en frutas como las uvas y en el té. Cumple funciones tan importantes como el fortalecimiento de los dientes y de los huesos. También lo podemos encontrar en la mayoría de los dentífricos y en el agua potable de muchas ciudades.
El flúor y los dientes de los niños: consejos para aplicarlo de forma correcta
El flúor se puede ingerir a través del agua, de la sal, y de dentífricos, comprimidos o de soluciones de flúor. En algunas ciudades españolas, el agua utilizada es fluorada. Además, algunas marcas comerciales de agua mineral contienen una gran cantidad de flúor, sobre todo las bicarbonatadas.
Los niños también usan flúor a través del dentífrico, y de enjuagues que contienen flúor. Pero los enjuagues de flúor, que pueden ser de uso diario o semanal, no deben ser usados antes de los 6 años de edad por el peligro de ingestión. Las cantidades diarias recomendadas de flúor no deben superar los 3 mg/día. Como la mayoría de los casos, los excesos no son beneficiosos y se podría sufrir una fluorosis, que provoca dientes amarillos, más oscuros o con manchas.
Consejos para proteger los dientes de los niños
El desarrollo dental empieza en el primer mes de embarazo. Es muy importante que la futura mamá incluya en su dieta las cantidades necesarias de flúor, aparte de otras vitaminas y minerales. Para que los dientes de tu hijo estén bien fluorados, es recomendable que sigas algunos consejos:
Elige un dentífrico con flúor y enseña a tu hijo a cepillarse los dientes por lo menos 3 veces al día.
- Después de un cepillado, enjuaga la boca de tu hijo (a partir de los 6 años) con líquidos que contengan flúor.
- No administres medicamentos con flúor sin prescripción médica.
- Lleva a tu hijo al dentista por lo menos dos veces al año.
- Vigila que tu hijo se cepille los dientes después del consumo de chuches, caramelos u otros alimentos que tengan un alto contenido de azúcar. No olvides de que la prevención puede ahorrar muchos problemas dentales a tu hijo.